En una de esas sillas de color, reíamos. Por eso regreso.
Hay mucho ruido en la calle y esta vez no son monos de calenda acompañando la alegría de unos novios y tampoco estamos en julio, el gran mes de nuestra Guelaguetza para que se sienta y se viva “fiesta” en la calle. Simplemente, se acercan las elecciones y por primera vez parece que éstas traerán sorpresa…
Son las 6 de la tarde, un taxi se estaciona frente al hotel y vemos por nuestras cámaras de seguridad que ha llegado nuestro querido huésped John a quien esperábamos desde hace cinco horas. Así que salimos a ayudarlo y como si adivinara lo que estamos pensando, dice: “¡Voy a grabar al candidato triunfador!”. Entra a recepción, nos pide las llaves de su habitación y agrega “¿podría hacer mi registro más tarde?, mi avión llegó con retraso y debería estar grabando ya …” Paty quien esa tarde está a cargo de recepción, sonriendo por la emoción contagiada, le responde que no hay problema y John desaparece como por arte de magia. Por fortuna sabemos que volverá ahora y siempre pues es un huésped que tiene recuerdos especiales de este hotel y que han hecho a Las Golondrinas también su hogar.
Hace tiempo que nos visita. La primera vez que lo hizo fue con su familia y se quedaron en la habitación GG. Alguna vez nos contó no olvidar una calurosa tarde sentados su madre, su padre, su hermano y él en las sillas del primer patio, descansando después de un paseo por Hierve el Agua. Ahora se queda en la habitación A3 justo localizada al lado de la GG porque nos ha compartido querer estar al lado de aquel tiempo … “es como si lo reviviera y me gusta”. Joel toma su cámara, su trípode, su mochila color verde limón y nos dice adiós con la mano.